Piden debatir el modelo de Atención Primaria en Salud

Septiembre 19 de 2014

Expertos invitados por los programas Así Vamos en Salud, Bogotá Cómo Vamos y el Grupo de Estudios en Salud Pública de los Andes solicitaron al Estado dar prioridad a este modelo de atención. Para la ciudad recomiendan desagregar datos por localidades y vigilar ciertos indicadores: sífilis congénita, bajo peso al nacer y lactancia materna.

Bogotá, 18 de septiembre de 2014. Fragmentación y ruptura de la integralidad en la atención en salud, predominio del concepto cliente sobre el de paciente, así como del enfoque curativo, falta de personal médico y diferencias de lo que se entiende por Atención Primaria en Salud (APS), son algunas de las barreras que está teniendo Bogotá para lograr los propósitos de la implementación de este modelo de atención.

La APS es la estrategia que debe llevar a cabo el sistema de salud para reducir los efectos de la enfermedad, disminuir su incidencia (nuevos casos) y contribuir a mejorar las condiciones de bienestar y calidad de vida de la sociedad. Para ello requiere la participación de la ciudadanía de manera individual o colectiva en programas de prevención y promoción. Además, debe tener como principios la accesibilidad (geográfica, económica, cultural y organizacional), la integralidad (articulación de respuestas individuales, colectivas, sectoriales y transectoriales), la longitudinalidad (relación a largo plazo entre población y salud) y la continuidad (seguimiento y monitoreo de los procesos de atención).

"No es atención curativa de primer nivel, esa es la primera ruptura conceptual para poder evaluar lo servicios. Lo otro es que la APS no está aislada del contexto de la salud de un país. Se presenta con los determinantes sociales, económicos, políticos y culturales, que son estructurales y que ella no puede borrar", señaló Román Vega, exsecretario de Salud de Bogotá e investigador de la Universidad Javeriana, quien fue invitado, junto con otros expertos, por los programas Así Vamos en Salud y Bogotá Cómo Vamos y el Grupo de Estudios en Salud Pública de la Universidad de los Andes para analizar los resultados y las tendencias que afectan la política distrital de salud en Bogotá.

Diez años está cumpliendo en la capital del país el modelo continuo de APS, que inició en el 2004 con el programa Salud a su Hogar (2004-2007) y siguió con Salud a su Casa (2008-2011), los dos incluyeron acciones en los ámbitos familiar, laboral, comunitario, escolar y de instituciones prestadoras de servicios de salud. En 2012 el programa cambió su enfoque, estrategias y operacionalización y pasó a llamarse Territorios Saludables. En general, las autoridades de salud, desde la Secretaría Distrital de Salud, le han apostado a un enfoque en el que combinan los determinantes sociales de la salud con los enfoques diferencial, de promoción de calidad de vida, equidad, género y ciclo vital.

Según Jaime Urrego, director de Salud Pública de la Secretaría Distrital de Salud, el programa actual tiene un énfasis en el trabajo intersectorial y en la identificación, caracterización y priorización de las familias para detectar necesidades ocultas y canalizarlas hacia los sectores correspondientes. La ciudad está divida en 1.005 microterritorios y 85 territorios en el ciento por ciento de las zonas de estrato 1 y 2, con el mismo número de equipos de respuesta inicial y equipos de respuesta complementaria, 1.005 y 85, respectivamente.

De esa manera, aseguró, se han afectado varios indicadores, por ejemplo los de mortalidad evitable hoy tienen disminuciones que van de 5 a 100 por ciento. "Desde el 2013 se ha realizado valoración integral del riesgo en salud a más de 140.000 personas de todas las etapas de ciclo vital, de ellas el 45 por ciento no accedía de forma efectiva a los servicios de protección específica y detección temprana del POS y desconocía su estado de salud", señaló.

Sin embargo, reconoció que falta mucho para mejorar la atención que necesita la población en términos de equidad y calidad. En gran parte, señaló, se debe a la migración de la población dentro de la misma ciudad, la rotación de los médicos, enfermeras y demás profesionales, quienes no tienen preparación en atención primaria, pues es un tema de interés en lo público y solo una universidad oficial ofrece carreras del área de salud.

Recomendaciones

Los expertos invitados por los dos programas y el Grupo de Estudios dieron al Gobierno, y en general al país, una serie de recomendaciones para lograr los propósitos de la APS:

Luis Jorge Hernández, del Grupo de Estudios en Salud Pública de la Universidad de los Andes:

  • Desagregar los datos. Si hay una localidad que no cumpla no se cumple con la meta. Además, eso permite tener información para tomar medidas. Por ejemplo, llama la atención las localidades Barrios Unidos, Santa Fe, Mártires y Teusaquillo que tienen una alta población desplazada y su indicador de mortalidad infantil es alto. Lo mismo sucede con el indicador de mortalidad materna en Suba.
  • Entender que una sola mortalidad es intolerable. "El que no haya mortalidad no significa que estemos bien. Opaca lo que está pasando con los vivos". Por eso Bogotá debería comprometerse con cifras de mortalidad infantil, materna y de menores de 5 años de un solo digito.
  • Tomar medidas sobre la situación de sífilis congénita. Es preocupante precisamente porque la respuesta es competencia del sector salud. Bogotá tiene una incidencia de 21 casos por 1.000 nacidos vivos. La incidencia nacional es de 1.65 casos y la meta es 0.7 casos. "Un niño en Bogotá tiene diez posibilidades más de tener sífilis congénita". También preocupa la persistencia en el bajo peso al nacer en relación con las otras ciudades y la mediana de la duración de la lactancia materna, que no ha sido fácil de mover: 2.9 meses desde 2012.

Gabriel Carrasquilla, investigador asociado del Centro de Estudios e Investigación en Salud de la Fundación Santa Fe de Bogotá:

  • Mejorar la transectorialidad para lograr la articulación entre sectores y abordar los determinantes de la salud.
  • Partir de la investigación para orientar intervenciones, hacer escalamiento y llegar a la política pública.
  • Tener otros indicadores para evaluar el impacto de la APS, para no perder de vista determinantes sociales, de equidad y de intersectorialidad.

Román Vega, exsecretario Salud de Bogotá e investigador de la Universidad Javeriana:

  • Comprender que el modelo de la APS debe modificar el modelo del sistema general de salud y no al contrario.
  • Entender la APS como un modelo de atención integral, que debe contar con resultados en materia de equidad y desempeño de servicios. Para poder responder de manera integral tiene que contar con financiamiento total y no parcial, como es hoy.
  • Evaluar la APS en Bogotá.
  • Generar, diseminar y usar el conocimiento a toda la población.

El panel de discusión fue moderado por la Dra. Catalina Latorre, directora del Departamento de Salud Pública y Gestión en Salud de la Universidad del Rosario.

Finalmente, como señaló el representante del Comité de Participación Comunitaria en Salud Copacos de Fontibón, es importante "bajar a un lenguaje común el lenguaje técnico que se emplea en estas discusiones porque esa es la razón por la cual los procesos de participación son débiles".

Esta misma mesa de trabajo se realizará en Medellín, Pereira y Barranquilla para analizar el modelo de salud en las diferentes ciudades y entregar al Gobierno una serie de recomendaciones.

Informes:

Bibiana Pineda Restrepo
Coordinadora (E) Así Vamos en Salud
(+57) 6030303 Ext. 5755 (+57-1) 310 2808171
[email protected]
www.asivamosensalud.org

Descargar Presentación Secretaría Distrital de Salud
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