Febrero 17 de 2025

Ocho desafíos críticos de la salud rural en Colombia

Índice de Salud Rural 2024: 4 de 10 hospitales públicos rurales están en riesgo financiero

  • Entre 2022 y 2024, el porcentaje de Empresas Sociales del Estado (ESEs) en riesgo alto creció más del doble, pasando del 16,8% al 37,3%.
  • En zonas rurales de Colombia, la cobertura de servicios esenciales como telemedicina, atención a la depresión o mamografías apenas supera el 1%.
  • Solo el 41,1% de la población tiene acceso a alcantarillado, y en la mitad de los municipios analizados, la cobertura no supera el 37,3%.
  • Mientras que sólo tres municipios en Colombia superan los 100 médicos por cada 10.000 habitantes, en 116 municipios apenas hay un solo médico.

Bogotá, 17 de febrero de 2025 – El Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud presentó la segunda edición del Índice de Salud Rural 2024 (ISR), un informe que analiza las condiciones actuales de la salud rural y proponer estrategias para mejorar la equidad en salud para las poblaciones rurales. El estudio revela que las comunidades rurales continúan enfrentando graves dificultades para acceder a servicios básicos como agua potable, saneamiento y conectividad, lo que afecta directamente su salud, la calidad de atención y la disponibilidad de recursos, dificultando la prevención de enfermades y perpetuando las desigualdades.

Como conclusión, el doctor Augusto Galán Sarmiento, director ejecutivo de Así Vamos en Salud, asegura: “Cerrar las brechas en salud requiere inversión en infraestructura, capacitación y gestión eficiente, junto con políticas focalizadas y estrategias de equidad. La telemedicina y las alianzas público-privadas pueden mejorar el acceso, especialmente en comunidades vulnerables, pero es clave fortalecer la confianza ciudadana con un sistema más inclusivo, transparente y eficiente".

Así Vamos en Salud hace un llamado a urgente a mejorar las condiciones de salud en Colombia mediante un esfuerzo intersectorial que integre el Estado, la sociedad civil y el sector privado, en particular frete a los ocho hallazgos críticos del Índice de Salud Rural 2024:

  1. Deficiencias en servicios públicos básicos

En los 520 municipios analizados, solo el 41,1% tiene acceso a alcantarillado, y la mitad de estos presenta una cobertura inferior al 37,3%. Aunque los municipios ZOMAC –zonas más afectadas por el conflicto– muestran mejor cobertura, 12 municipios de este grupo tienen agua inviable para el consumo humano.

En cuanto a la cobertura de agua potable, el 39% de los municipios tienen acceso bajo o crítico (menos del 50%), con localidades como El Peñón, Bolívar y Puerto Salgar entre las más afectadas.

  1. Crisis en la gestión financiera de hospitales públicos

El ISR 2024 revela un crítico deterioro en la viabilidad financiera de las Empresas Sociales del Estado (ESE): mientras que en el 2022 el 16,8% de los municipios se clasificaban en riesgo alto, para esta edición la cifra asciende al 37,3%. Este aumento refleja una menor capacidad de gestión en salud, afectando especialmente a municipios con problemas financieros o incumplimientos en sus programas.

  1. Escasez de médicos generales

La distribución de médicos en Colombia es alarmantemente desigual. De los 520 municipios analizados, sólo tres —Santafé de Antioquia, Abejorral (Antioquia) y Córdoba (Bolívar)— cuentan con más de 100 médicos por cada 10.000 habitantes, mientras que en el otro extremo, 116 municipios apenas disponen de un solo médico, concentrados principalmente en Cundinamarca, Santander y Norte de Santander.

Esta escasez de personal de salud en zonas rurales eleva los riesgos de morbilidad y mortalidad, dejando a miles de personas sin atención médica oportuna. El déficit no solo afecta a los médicos, sino también a otras disciplinas esenciales, evidenciando la necesidad urgente de una mejor distribución del talento humano en el sector salud.

  1. Limitación tecnológica para la telemedicina

En Colombia, el acceso a internet en zonas rurales es una barrera para la atención en salud. El 37,4% de los municipios rurales tiene menos del 1% de cobertura, lo que limita el uso de la telemedicina y el acceso a servicios esenciales. Ante esta brecha, la implementación de centros de salud digitales con internet satelital podría ser una solución. Estos espacios permitirían diagnósticos remotos y atención médica a comunidades aisladas, asegurando un servicio continuo y reduciendo la desigualdad en el acceso a la salud.

  1. Atención insuficiente a la depresión y la salud mental

La atención a la depresión en zonas rurales y dispersas es crítica: los servicios de salud mental son escasos y la cobertura sigue siendo mínima. Aunque la enfermedad afecta profundamente a la población, en la mayoría de los territorios las tasas de atención no superan el 1%.

La situación es aún más grave en regiones afectadas por el conflicto armado y la pobreza, donde las barreras de acceso agravan el problema. El municipio con la mayor tasa de atención por depresión es Papunaua (Vaupés), con un valor del 4%, población catalogada como rural dispersa y con la tasa más alta por suicidio en el país.

  1. Bajo control prenatal amenaza la salud maternoinfantil

El acceso a controles prenatales es alto en términos generales, pero varía drásticamente según la región. Mientras el 97% de las mujeres acude al menos a una consulta y el 86,4% recibe cuatro o más, en departamentos con alta ruralidad, como Vaupés (26,4%), Guainía (34,3%) y Vichada (37,6%), la cobertura es alarmantemente baja. En contraste, Atlántico (91,7%) y Antioquia (90,4%) mantienen cifras elevadas.

Estas desigualdades aumentan el riesgo de complicaciones maternas y neonatales, evidenciando la necesidad de fortalecer el acceso a servicios de salud en las zonas más apartadas del país.

  1. Alarma por baja cobertura en mamografías en municipios rurales

La cobertura de mamografías también refleja una preocupante desigualdad. En 60 municipios, menos del 1% de las mujeres accede a este examen, lo que dificulta la detección temprana del cáncer de mama, una de las principales causas de mortalidad femenina. Además, en 171 municipios rurales no hay información disponible, lo que impide conocer la verdadera magnitud del problema.

Sin embargo, algunos territorios presentan mejores indicadores: Hato (Santander) alcanza un 202%, probablemente por atender a población de zonas vecinas, seguido por San José del Guaviare (74%) y Leticia (68%). No obstante, solo 12 municipios superan el 50% de cobertura, lo que resalta la necesidad de fortalecer el acceso a este servicio esencial.

  1. Violencia alta contra la mujer en municipios rurales y ZOMAC

La violencia contra la mujer sigue siendo una realidad crítica en las zonas más vulnerables de Colombia. De los 214 municipios ZOMAC analizados, solo 36 no reportan casos. En los municipios rurales y dispersos, la región andina registra las cifras más altas, con Pajarito (Boyacá), Oicatá (Boyacá) y San José de Miranda (Santander) superando los 370 casos por 100.000 habitantes. Estos datos evidencian la urgencia de fortalecer políticas de prevención y atención para las víctimas en estas comunidades.

Sobre el Índice de Salud Rural 2024

Para realizar este estudio se analizaron 520 municipios[1], aplicando la metodología del Índice Nacional y Departamental de Salud, que consiste en el análisis de 37 indicadores sobre las condiciones de salud, a partir de información en las distintas fuentes oficiales del país. Cabe resaltar que esta recolección de datos se realizó entre enero y julio de 2024.


[1] Se retiraron del ejercicio 20 territorios que son catalogados como Áreas No Municipalizadas (ANM) y que pertenecen a Amazonas, Guainía y Vaupés, dado que la información reportada por estos departamentos a las fuentes oficiales es muy escasa.

 

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