Un paso adelante ¿y otro atrás?

Junio 23 de 2022

Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud

Después de largas discusiones, la Décima Segunda Conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) alcanzó el pasado 17 de junio un consenso de cambios en tres aspectos conexos al Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (TRIPS por sus siglas en inglés). Ellos son: modificaciones a la capacidad de exportación de los países que harían uso de la exención, variaciones en la fabricación de vacunas contra Covid-19, y dispensas en patentes sin incluir drogas ni medicamentos ni tampoco otros derechos de propiedad como secretos comerciales.

La exención puede ser confusa, porque de una parte dice que el país “..podrá permitir que cualquier proporción de los productos fabricados al amparo de la autorización de conformidad con la presente Decisión se exporte a Miembros admisibles, incluso a través de iniciativas conjuntas internacionales o regionales…” pero en otro literal señala que ”.. Los Miembros se asegurarán de que existan medios legales eficaces para impedir la importación a sus territorios y la venta en ellos de productos fabricados al amparo de la autorización de conformidad con la presente Decisión y desviados a sus mercados de manera incompatible con las disposiciones de la misma, y para ello utilizarán los medios que ya deben existir en virtud del Acuerdo sobre los ADPIC”

La directriz está orientada a todos los países en desarrollo, que incluyen a China e India; y a estos dos les solicita que se abstengan en forma vinculante de aplicar la limitación a las exportaciones por ser dos de los grandes productores mundiales de vacunas. ¿Cumplirán esa solicitud? ¿Cómo manejarán la exención?

El consenso ratifica que los países pueden remunerar de manera adecuada a los propietarios de patentes si ellos producen vacunas sin patentes, una decisión que no es nueva. Pero difiere a seis meses las discusiones sobre pruebas diagnósticas y tratamientos, los que son vitales para las respuestas de los países, teniendo en cuenta que el Covid-19 no va a desaparecer.

The People Vaccines es una coalición de más de cien organizaciones que exige la disponibilidad gratuita de las vacunas, los tratamientos y las pruebas de COVID-19 para todos, en todas partes. La coalición considera que "Esta no es en absoluto la amplia exención de propiedad intelectual que el mundo necesita desesperadamente" y manifiesta además que el consenso alcanzado “es un truco tecnocrático destinado para salvar reputaciones, no vidas”.

Posiciones que pueden ser vistas por algunos como extremas y utópicas, pero nos reclaman que subsiste una gran inequidad mundial sobre estos asuntos. Tienen bastante razón en levantar alarmas. En diciembre pasado presentamos un análisis por continentes sobre tasas de vacunación contra el Covid 19 por cien mil habitantes, el cual nos mostraba que aquel con la más baja tasa era África con 17 mil, seguido por el Oriente medio con 75 mil, Europa 113 mil, Oceanía 118 mil, Asia 120 mil. Las Américas, tenía la tasa más alta con 129 mil dosis aplicadas.  Especial atención nos merecía entonces Latinoamérica con una tasa de 123 mil.

Es claro que los niveles de vacunación contra esta enfermedad se han incrementado en todos los continentes desde entonces, pero la inequidad persiste como también con las pruebas y medicamentos. África continúa muy por debajo en comparación con los demás continentes: en la cobertura de primera dosis 22 de sus países se encuentran hoy por debajo del 20 por ciento; 16 entre el 21 y el 35 por ciento; 5 entre el 36 y el 60 por ciento y 10 sobrepasan este último porcentaje. Uno no ha reportado data. En los países de ingresos más bajos a nivel mundial, tan solo el 17,8 por ciento de su población ha recibido la primera dosis.

Para llegar a esas tasas de vacunación han contribuido entre otros, la decisión del Serum Institute de India, el mayor productor mundial de la vacuna Astrazeneca con una capacidad de 2,4 millones de dosis diarias, que dejó de exportar a otros países durante una etapa particularmente grave de la pandemia para concentrar su producción en el consumo interno; y el acaparamiento de biológicos mediante compra por parte de las grandes potencias económicas mundiales en perjuicio de las naciones menos desarrolladas.

Se requiere apoyar de manera más decidida a los países de economías pequeñas y medianas para que produzcan vacunas y medicamentos desde sus países para ellos y sus regiones. Por ahora, se puede considerar insuficiente el remedio propuesto con este consenso de la OMC.