¿Nos estancamos?

Septiembre 2 de 2021

Augusto Galán Sarmiento MD. MPA

Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud

 

Después de diez y ocho meses de iniciada la pandemia en el país, empezamos a ordenar los estragos que produjo en muchos aspectos. La economía da visos de mejoría, parece que por vía segura. Falta eso sí que ese crecimiento se distribuya equitativamente en toda la sociedad, y sin distingos, los ciudadanos recibamos los beneficios de esa mejora.

De otra parte, las cifras epidemiológicas son halagüeñas en este momento. En las últimas semanas la mortalidad y los casos reportados por Covid-19 han disminuido a niveles que no se veían desde fechas previas al primer pico hace más de un año. Paulatinamente las personas se movilizan y socializan más con sus familiares y amigos.

Aún así no nos podemos confiar, estamos en una etapa de remisión de la pandemia durante la cual debemos mantener la preparación para un eventual cuarto pico y para convivir con la Covid-19 mucho más tiempo; porque al lado de esas cifras que se muestran, también encontramos que la tasa de seroprevalencia apenas sobrepasa el 30 por ciento de la población de acuerdo con la última medición del Instituto Nacional de Salud; y las coberturas de vacunación reportan un 29 por ciento de los ciudadanos con esquema completo y un 41 por ciento que al menos ha recibido una dosis.

Las cifras de seroprevalencia y vacunación no se pueden sumar y aunque el resultado no es malo, si se compara con el resto del mundo permanecemos en un nivel intermedio en el ranking planetario; y estos datos nos mantienen lejos aún del 80 por ciento de inmunidad colectiva que se requiere para que podamos controlar la pandemia ahora con la variante Delta en circulación.

Con la mira puesta en esa meta, causa desconcierto la evolución que ha tenido el suministro de vacunas en el último mes, porque en los dos meses anteriores habían llegado cerca de 11 millones de dosis en cada uno. Veníamos bien, pero en este agosto tan solo llegaron 2,7 millones; un descenso brusco e inexplicable cuando la producción mundial se ha incrementado significativamente.

En total a la fecha han arribado 39,2 millones de dosis al país y requerimos aplicar entre 70 a 75 millones para alcanzar la cifra de inmunidad colectiva que necesitamos. De los contratos o compromisos bilaterales y multilaterales originales que se presentaron en enero, faltan por arribar de Astrazeneca 7,9 millones, de Moderna 9,8 millones y de J&J 9,5 millones. Así mismo el mecanismo Covax adeuda el envío de 17,8 millones. En negociación de vacunas se reconoce el esfuerzo del gobierno nacional y tendríamos suficientes para satisfacer el objetivo, lo importante es que lleguen al país. El sistema de salud ha demostrado que mientras los biológicos estén disponibles, posee la capacidad para vacunar 300 mil personas diarias o más.

Si no controlamos la pandemia tampoco podremos reactivar plenamente la economía; esto tan obvio solo se logra con la vacunación masiva junto a las medidas de bioseguridad personal y a la eficacia en la gestión del PRASS (pruebas, rastreo y aislamiento selectivo de casos). Así también conviviremos mejor con el virus que muy probablemente será endémico con apariciones estacionales semejantes al virus de la influenza.

Además, mientras las personas no sientan el impacto de un progreso en sus condiciones de seguridad económica y de vida, la salud mental de la población no empezará a mejorar. Esto último lo hizo evidente un estudio efectuado durante la pandemia y que es merecedor de una revisión aparte, sobre el cual en este escrito, por ahora mencionamos que muestra una relación significativa entre la vulnerabilidad o el deterioro económico de los individuos con el incremento de la violencia intrafamiliar y otras alteraciones emocionales que se han presentado.

La activación de esa cadena virtuosa para llegar a una reactivación económica plena y a una convivencia familiar y social más adecuada, se encuentra hoy en la necesidad de contar con la mayor cantidad de vacunas disponibles. En agosto nos estancamos, confiemos que en septiembre recuperemos el ritmo y la velocidad que traíamos, mucho más ahora que están abiertas todas las etapas del Plan Nacional de Vacunación y debemos evitar un cuarto pico de la pandemia en nuestro país.