La foto y la película (5)
Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud
Continuamos con la relación sobre el desarrollo del talento humano en salud en Colombia, fundamental para avanzar en el acceso y la calidad en la atención de la población, y para la concreción de este derecho.
Entre los años 2001 y 2007 se realizaron otros estudios diversos sobre la materia; allí se encuentran: el plan de largo plazo para el desarrollo y el fortalecimiento de los recursos humanos, de la Universidad Javeriana, la Family Health Foundation y Fedesarrollo; el de modernización de la educación, capacitación y entrenamiento en salud, de la Consultoría I Gestiò S.A; el del Sistema de Acreditación de Instituciones Educativas en Salud, de ASCOFAME; y el Estudio de oferta y demanda de Recursos Humanos en Salud, de la Universidad de Antioquia.
En el año 2007, después de una década del Informe Harvard, la Ley 1164 de Talento Humano en Salud reformuló el Consejo Nacional para asesorar al gobierno en el objetivo central de planeación, formación, desempeño, ética, vigilancia y control del ejercicio profesional y técnico de los trabajadores de la salud. La Ley 1430 de 2011 pidió orientar la formación del recurso humano en salud de acuerdo con las necesidades del país, pero luego se delegó en las EPS y las IPS la coordinación de su educación continuada. En la primera década de este siglo se establecieron las cooperativas de trabajo asociado que precarizaron las condiciones laborales del talento humano en salud.
Con una normatividad prolija, pero con poca resolutividad y ejecución, la realidad nos muestra que la formación y el desarrollo de este recurso fundamental, se ha delegado siempre, y tácitamente, a los diferentes mercados que se relacionan con la salud -educativo, de aseguramiento, de provisión de servicios, farmacéutico, de tecnología médica y proveedores de insumos médicos- sin planeación ni liderazgo desde la autoridad sanitaria nacional.
La autonomía universitaria no ha capacitado el talento humano que requiere el sector salud, en gran medida porque éste no le ha dicho claramente al sector educativo las necesidades que tiene. Las especialidades que demanda con prioridad el sistema no están estimuladas mientras que existe una proliferación de especialidades y subespecialidades que no son prelación. La formación en atención primaria, medicina familiar y comunitaria, sigue como deuda pendiente. El diálogo entre la salud, la educación y el trabajo ha continuado siendo formal pero no estratégico. Lejos de decir con esto que carecemos de excelentes profesionales; todo lo contrario, los hay y muchos.
Para el año 2017 la densidad de trabajadores de la salud había aumentado significativamente y de acuerdo con el Registro Único de Talento Humano (RETHUS), el sistema contaba con 2,3 médicos, 1,2 profesionales de enfermería y 5,1 auxiliares de enfermería por mil habitantes. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea una tasa estándar para el 2030 de 44,5 profesionales de medicina y de enfermería por cada 10 mil habitantes mientras Colombia tuvo en el 2017 una tasa de 36,3. Además, el 52 por ciento del total del talento humano se encuentra concentrado en 5 grandes capitales. En el ámbito laboral, se han promovido mecanismos flexibles de vinculación del talento humano, las relaciones entre los agentes se tornaron más complejas y la capacidad de rectoría del gobierno nacional cedió terreno en favor de las dinámicas de los mercados.
Hasta julio de 2108 el Ministerio de Salud presentó el documento “Política Nacional del Talento Humano en Salud” con el propósito de promover y articular acciones sectoriales e intersectoriales en torno a: i- la garantía del derecho fundamental a la salud y el acceso universal a los servicios bajo condiciones de equidad, calidad y sostenibilidad; ii- el mejoramiento de las condiciones para la formación, desempeño, gestión y desarrollo del recurso humano en salud; iii- el desarrollo de la Política y el Modelo Integral de Atención en Salud y, iv- el desarrollo de los compromisos internacionales que en materia de talento humano en salud ha adquirido el país con diversos organismos. Múltiples estrategias y acciones se deben desprender de ella. El sector salud se encuentra expectante de su ejecución. No le vendría mal un acuerdo nacional para implementarla, que contenga un documento CONPES que involucre a los ministerios de Salud, Educación y Trabajo, al SENA y el ICETEX.
El acceso de la población a los servicios de salud seguirá siendo retador mientras no se solucionen las dificultades de oferta que encontramos en los recursos que se necesitan. Ese no es un problema del aseguramiento que se encarga de la gestión de riesgos y la protección financiera de la demanda poblacional. La fiebre no está en las sábanas.