El desempeño del sistema de salud
Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud
En medio de las discusiones que se dan, vale la pena revisar evaluaciones que se han hecho sobre los sistemas de salud en el mundo y repasar en dónde se encuentra el nuestro en esas valoraciones.
Un primer análisis que se puede tener en cuenta fue el que realizó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2000. El Reporte Mundial de ese año trató sobre la mejora en el rendimiento de los sistemas de salud. La metodología del estudio se basó en un documento marco de trabajo de la OMS para la evaluación del desempeño de los sistemas de salud publicado en 1999. Esencialmente, ese marco revisaba aspectos del financiamiento y su recaudo, así como la manera como se agrupaban esos fondos y las modalidades de contratación y de compras; verificaba la prestación de los servicios de salud personales y no personales; examinaba la generación de recursos humanos y de infraestructura; y chequeaba asuntos de rectoría y de los factores que no son del resorte de los sistemas de salud pero que impactan la salud de las personas.
El desempeño general presentó a Francia en el primer lugar de esa evaluación, entre 191 naciones. Colombia ocupó el puesto 22 a nivel mundial, el primero en Latinoamérica y fue calificado como el mejor sistema de salud en el mundo en la dimensión de equidad del financiamiento.
Hay otras evaluaciones más recientes. La de Seguridad Sanitaria Global de 2019 realizada previa a la Covid-19 por la Universidad de John Hopkins, la Iniciativa de Amenaza Nuclear y The Economist, midió las capacidades de 195 países para prepararse ante epidemias y pandemias. Su metodología incluyó varios aspectos: la evaluación sobre la prevención de la aparición o liberación de patógenos; la detección temprana y la notificación de epidemias de potencial preocupación internacional; la respuesta rápida y la mitigación de la propagación de una epidemia; el comportamiento suficiente y robusto del sector salud para tratar a los enfermos y proteger a los trabajadores de salud; los compromisos para mejorar la capacidad nacional, el financiamiento y la adherencia a las normas; y el entorno de riesgo general y vulnerabilidad del país a las amenazas biológicas.
Con un puntaje general de 44,2, Colombia ocupó el puesto 65 entre 195 países que conformaron el estudio. Sus resultados están por encima del promedio mundial de manera general (40,2) y en todas las dimensiones de análisis, salvo en la que se refiere al entorno de riesgo general y la vulnerabilidad del país ante las amenazas biológicas. El estudio concluyó que: “Todos los países siguen estando peligrosamente desprevenidos para futuras amenazas de epidemias y pandemias, incluidas amenazas potencialmente más devastadoras que la COVID-19”.
Otro índice, publicado en el año 2020 por el Instituto de Métricas de la Universidad de Washington, es el de cobertura efectiva de los servicios de salud en 204 países y territorios, entre los años de 1990 a 2019, hecho a partir de un análisis sistemático para el Estudio Global de Carga de Enfermedad de 2019.
La metodología utilizada partió de un marco de medición desarrollado a través de la OMS. Asignaron 23 indicadores de cobertura efectiva a una matriz que representaba tipos de servicios de salud relacionados con promoción, prevención y tratamiento. Además, definieron cinco grupos etarios de la población, que abarcaban, desde los neonatos y recién nacidos, hasta adultos mayores de 65 años. Los indicadores de cobertura efectiva se basaron en la cobertura de intervenciones o en mediciones de resultados, tales como la tasa de mortalidad o la incidencia, para aproximar el acceso a una atención de calidad. Los indicadores fueron transformados a una escala de resultado que iba de cero a cien.
A nivel mundial, el rendimiento del índice de cobertura efectiva mejoró de 45,8 en 1990 a 60,3 en 2019. Ningún país obtuvo la máxima cifra de la escala. Los que alcanzaron puntajes superiores fueron Japón (96) e Islandia (95). Cuatro países de Latinoamérica obtuvieron puntajes superiores o iguales a 74 pero menores de 80: Costa Rica, Colombia, Chile y Perú. El resto de los países de la región se encontraron por debajo de 74.
Estos estudios con metodologías y focos distintos, que se pueden revisar en detalle en sus publicaciones, demuestran que el sistema de salud colombiano se halla muy lejos de considerarse un “sistema fallido” como algunos señalan. Entrega resultados satisfactorios cuantificados por entidades internacionales respetadas que lo ubican bien ranqueado al compararlo con países de ingresos semejantes. Hay áreas para fortalecer, pero no se necesita destruir la institucional que existe para mejorarlo y para que entregue aún mayores resultados.