Editorial: otra perlita de la improvisación

Octubre 20 de 2023

 

Augusto Galán Sarmiento MD. MPA 

Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud 

Una de dos, o no se entienden los sistemas de salud o se pretende justificar unos cambios y transformaciones con la desinformación y las tergiversaciones.

El actual gobierno nacional ha propuesto cambiar el Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) por un gran fondo único pagador de las atenciones, administrado por el Estado, con la población adscrita a unos centros de atención primaria, sin contar con un plan de salud definido para la población, sin unidad de pago por capitación, sin gestión integral del riesgo en salud, sin contratos con los prestadores de servicios, con eventuales licitaciones para adjudicar las poblaciones, con un sistema de referencia y contrarreferencia burocratizado y con poca o nula libertad de elección por parte de las personas adscritas a él.

En esencia, esa fue la propuesta original radicada en la Cámara de Representantes en febrero pasado. Esa es la propuesta por la cual el gobierno nacional ha presionado y ha realizado toda suerte de “jugaditas” políticas, no obstante que le han realizado algunas modificaciones más bien blandas al texto, que lo convierten en ambiguo. El Fondo de Salud del Magisterio, el FOMAG, es eso. Tal cual funciona como se describe en el párrafo anterior con grandes ineficiencias y grandes costos, los cuales se traducen en un gasto per cápita en salud mucho mayor al que tiene el SGSSS.

Ahora, en esta semana, el señor presidente de la República sale a proponer, por X, su medio de comunicación habitual, que se debe cambiar el FOMAG con otro sistema de salud que desconocemos aún, como consecuencia de que han encontrado indicios claros de corrupción y con la pueril explicación de que se asemeja a una EPS. Muy diferente, sin duda, porque en el SGSSS, en el cual, como sabemos, la EPS juega un papel muy activo, sí existe una afiliación de la población a un seguro de salud que le entrega protección, con un plan de beneficios y una unidad de pago por capitación definidos por el Gobierno, con gestión integral de riesgos en salud, contratos a supervisar y controlar para asegurar pertinencia, calidad y contención de costos de los servicios, y con libertad de elección por parte de los usuarios y pacientes. Un sistema de salud totalmente distinto al FOMAG.

Pero además plantea que lo van a cambiar en seis meses. ¿De verdad? ¿Hacia cuál modelo? Porque como lo señalábamos desde estas páginas en el editorial pasado, ojalá esos regímenes especiales (Magisterio, Ecopetrol y FF.MM) que vinculan a la salud al 4,2 por ciento de la población, se incorporaran al SGSSS para lograr la universalidad plena del aseguramiento, con mayor solidaridad y mucha más eficiencia en el manejo de los recursos y en la sostenibilidad del sistema.

Si al gobierno nacional no le gusta el SGSSS y propone cambiarlo por un modelo que se asemeja totalmente al del FOMAG, que también quiere cambiar, ¿por qué hizo la propuesta de reforma contenida en el proyecto de ley 339 que se discute en la Cámara? Y si quiere cambiar los dos, ¿hacia cuál modelo de sistema de salud es que quiere llevarnos? ¿Hacia el seguro nacional de salud coreano sin protección económica ante los riesgos de enfermar porque resulta en un gasto de bolsillo para los ciudadanos del 42 por ciento del gasto total en salud? ¿O será hacia el modelo privatizador norteamericano; muy insolidario, ineficiente y costoso? Porque estos dos, son los últimos modelos de salud que quedan por plantear.

Nuevamente nos preguntamos: ¿en el gobierno nacional sí saben lo que están haciendo? Porque en esto no se requiere mucha imaginación; en el mundo existen los sistemas de seguridad social en salud (como el que tenemos en Colombia), los sistemas nacionales de salud (como el de los anglosajones y semejantes al FOMAG), los privatizados (como el de EE.UU y Singapur) y el seguro nacional de salud, cuyo único exponente es el de Corea del Sur con ese costo tan grande para los usuarios y pacientes. ¿Cuál es el que quiere este gobierno? porque parece que la improvisación es la lógica que impera y esto le hace ya mucho daño a las personas.