Editorial: mal de muchos
Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud
No se trata de consolarnos con males ajenos, pero si de contextualizar los retos que todos los sistemas de salud del mundo enfrentan. Miremos el caso del inglés, reconocido por muchos años como uno de los mejores sistemas de salud del mundo.
En el artículo publicado en The Guardian Weekly la semana del 7 de julio del presente año, se hizo un resumen muy interesante, y a la par muy preocupante, sobre la situación actual que enfrentan los ciudadanos en Inglaterra para recibir servicios de salud. El artículo hace varias comparaciones en diferentes momentos de su historia reciente, ante el cumplimiento de los 75 años del National Health System-NHS
Cuando Gordon Brown terminó su mandato como Primer Ministro en 2010, la lista de espera para los pacientes Referidos para tratamiento era de 5,5 semanas en promedio; hoy es de 14,1 semanas; y mientras entonces había una lista de espera de 2,6 millones de personas, hoy se encuentran 7,33 millones en ella. Hace 13 años, el 92,1 por ciento de esos pacientes eran atendidos en un periodo de 18 semanas (la meta cumplida), hoy solo el 46 por ciento ha podido ser servido dentro de la ventana de tiempo que la mayoría de los hospitales se ha definido como meta.
El artículo también menciona el análisis del centro de pensamiento Health Foundation, el cual presenta que los gobiernos de Margaret Thatcher y John Major, entre 1979 y 1997, invirtieron un aumento promedio del 3 por ciento anual para el Sistema de Salud y los gobiernos de Tony Blair y Brown (1997-2010) lo llevaron a un incremento tope promedio de 6,7 por ciento. En contraste, la coalición de gobierno del 2010-2015 bajó esa cifra al 1,1 por ciento anual y los gobiernos de David Cameron y Theresa May tan solo la llevaron al 1,7 por ciento. En los últimos tres gobiernos, de Boris Johnsosn, Liz Truss y Richi Sunak, el Sistema de Salud inglés ha obtenido un incremento promedio del 4 por ciento anual; el mínimo necesario que los expertos consideran para sostener un sistema de alto rendimiento en el caso inglés.
En cuanto al personal disponible para prestar los servicios de salud, el artículo señala que en marzo de 2010, el NHS tenía 21.351 vacantes (el 2,1 por ciento). En marzo de 2023 las vacantes han aumentado a 112.498 (el 8 por ciento de la fuerza laboral). Faltaban 2.113 médicos y odontólogos y 8.153 enfermeras y parteras hace 13 años, mientras que ahora la carencia es de 8.549 de los primeros y 40.096 de las segundas. Las dificultades del sistema presionaban servicios individuales hace una década, y ahora son generalizadas
The Royal College of Emergency Medicine, estima que 23.000 personas fallecieron durante 2022 como consecuencia directa de haber tenido que esperar demasiado tiempo en un servicio de urgencia. Así mismo, la Association of Ambulance Chief Executive presenta que 57.000 pacientes estuvieron en riesgo en diciembre pasado por los retrasos de los equipos de ambulancia; 6.000 de ellos estuvieron expuestos a “severo daño” por esa razón.
En mayo pasado Ricardo Taunt, ex director de Departamento Nacional de Salud, publicó las 5 razones por las cuales el Sistema Nacional de Salud inglés no cumplirá los 100 años. Incluyen, el excesivo centralismo, la escasez de jóvenes interesados en trabajar en el NHS cuando la población envejece aceleradamente y el continuo error de no atender la prevención de las enfermedades. Ese pronóstico es compartido por el 71 por ciento de los ingleses que piensa que el “sistema gratis” terminará en la próxima década de acuerdo con una encuesta realizada por el Health Foundation.
No se trata del sistema de salud de un país de economía media o baja en la America Latina, Asia o África; es el de uno de los 10 países más ricos del mundo y el sistema de salud que para muchos es el ejemplo a seguir. Algo igual sobre largas listas de espera para los ciudadanos fue publicado en el diario El País la semana pasada para el sistema de salud español. De hecho, esos son modelos de sistemas de salud que el presente gobierno nacional colombiano quiere imponer.
Las anteriores cifras corroboran lo que múltiples expertos internacionales han señalado: cualquier sistema de salud deja de ser efectivo si no tiene los recursos financieros y humanos necesarios. ¿Será que nuestro gobierno nacional comprende que es semejante la situación por la que atraviesa el nuestro y no necesitamos reformarlo estructuralmente, sino invertirle lo que corresponde y regular mejor la operación?