Editorial: énfasis en las coincidencias
Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud
Las coincidencias que existen entre los diferentes proyectos de ley radicados en el Congreso que proponen reformas, representan lo que sería un gran cambio en la operación del Sistema de Seguridad Social en Salud (SGSSS). Miremos las que se pueden recoger de los textos y declaraciones.
El énfasis en la Atención Primaria que plantean debería conducir a mayor educación para la salud de las personas, mayor prevención de la enfermedad y un aumento en la capacidad de resolver problemas de salud desde la puerta de entrada al Sistema con una integración efectiva de la Salud Pública y la Seguridad Social, a nivel más territorial, bajo la guía de políticas nacionales claras.
El énfasis en la Salud Pública, en especial en la indispensable acción intersectorial, sobre la cual existe un consenso generalizado en que se debe fortalecer, representaría también una gran transformación que permitiría reconocer que la salud se encuentra más allá del hospital, la bata blanca y el fonendoscopio, y se halla en la cotidianidad de los entornos de nuestra vida diaria. Nos permitiría además, avanzar en la satisfacción de los determinantes sociales que consolidad el bienestar, la dignidad y la protección social de los individuos.
El énfasis en la pertinencia de la formación del talento humano en salud, así como en su adecuada distribución en el territorio y en el establecimiento de condiciones más dignas para su vida laboral y profesional, también tienen una amplia coincidencia en las propuestas y en las expectativas del sector, y contribuirían a contar con un talento humano más estimulado y dispuesto, pero también a mejorar el acceso oportuno y de calidad a los servicios de salud para los ciudadanos.
El énfasis de la inversión en equipamiento de infraestructura física -y confiamos que también digital- hace parte de otro consenso que existe en el sector salud y en las propuestas planteadas. Necesitamos la conectividad total del país para aprovechar las nuevas tecnologías de la información y brindar mayor acceso a los servicios mediante la telemedicina y la telesalud. Fortalecer la infraestructura física también se requiere, en especial en zonas apartadas del país, al igual que la recuperación de los equipamientos públicos de salud con los que contamos en diferentes regiones.
Tanto en el Talento Humano en Salud como en la Infraestructura física y digital, son necesarias sendas políticas públicas con adecuada planeación y financiación a corto, mediano y largo plazo.
De otra parte, el énfasis que se ha propuesto para la consolidación de un Sistema de Información en Salud, que sea interoperable y transaccional, tiene que ser la consecuencia lógica del avance que en esta materia se ha tenido.
Hoy contamos con la BDUA, la base de datos de afiliados al Sistema de Seguridad Social en Salud; la más grande que posee el país y que funciona muy bien pues nos incluye prácticamente a todos los colombianos y residentes afiliados; es fuente de muchos datos y mantiene una gran funcionalidad. Junto a esto se encuentra el SISPRO que es el repositorio más grande de datos, cada vez más útil en el sector, y donde converge toda la información de las atenciones de salud que provee el SGSSS.
Los agentes (EPS e IPS) también han desarrollado sistemas de información. Necesitamos que todos estos sistemas -los de los agentes y los estatales- dialoguen en línea, para lo cual debemos aprovechar la transformación digital, y para ello la interoperabilidad es clave. Así habrá un mejor acceso a los servicios de salud para los ciudadanos y los datos fluirán con mayor prontitud y transparencia, contaremos además con más información y podremos definir políticas públicas más oportunas y pertinentes.
Mejorar la gobernanza del sistema puede ser otro consenso que se encuentra en el sector para lo cual se requiere mayor participación ciudadana, menor burocratización y rechazo a la implantación de estructuras administrativas ineficientes y costosas.
Nada de lo que hemos descrito como puntos de coincidencia en la discusión de la reforma, requiere eliminar el aseguramiento que el país ha desarrollado en las últimas tres décadas. La gestión integral de los riesgos en salud se debe proteger como función esencial de ese aseguramiento. Tampoco puede desaparecer la libertad de escogencia con la que cuentan las personas, ni eliminar el agente pasivo que le permite al ciudadano utilizar la tutela en salud cuando realmente es necesaria.