Editorial: despacito

Junio 13 de 2024

Augusto Galán Sarmiento MD. MPA 

Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud 

Las dificultades del sistema de salud del magisterio continúan, a pesar de la renuncia del presidente de Fiduprevisora. La fiebre no está en las sábanas, dice el adagio popular. El problema es el modelo que quieren implantar y la improvisación con la que iniciaron el proceso. Lo que empieza mal, termina mal, dice otro refrán.

Algo muy semejante puede estar ocurriendo con las intervenciones a las EPS. Al gobierno nacional se le nota enredado con la administración de esas entidades. Tiene 25,2 millones de afiliados en EPS intervenidas y más de 7 millones en EPS que solicitaron su retiro del sistema. A las primeras ¿las va a liquidar?, ¿a todas?; o dejará una y le transferirá los afiliados de las demás? A las segundas ¿les aceptará su solicitud de retiro? ¿las intervendrá y continuará con el proceso como las demás?

Mientras terminan de aclarar que van a hacer con el embrollo en que andan, algunos funcionarios se mantienen en su propósito de justificar las razones que indujeron sus intervenciones. Señalan supuestos actos de corrupción o actos indebidos de la administración; pero las pruebas que presenta despiertan suspicacias, son confusas y están signadas todas por suposiciones o datos que no son claros. De allí que el Superintendente conjugue verbos en tiempo condicional, en hipótesis, con las que alimentan incertidumbres.

Durante los últimos días han señalado que encontraron en la Nueva EPS facturas de varios años atrás, supuestamente escondidas y no pagadas. Hablan de $ 5 billones de pesos; una cifra enorme. En el sector y en el país no se puede creer que las depuestas directivas de la junta y de la administración de la Nueva EPS, personas con amplia trayectoria gerencial, hayan dejado pasar por alto algo así y mucho menos con la revisoría fiscal de Deloitte y la vigilancia de múltiples entidades del Estado.

Ahora, bien, si eso llega a resultar cierto, se evidenciaría que la desfinanciación de esa EPS es mucho mayor y se mostraría que la UPC se encuentra aún más desfinanciada de lo estimado. ¿O es que consideran que esos directivos deliberadamente escondieron las facturas y desviaron los dineros de esos pagos quién sabe para dónde?

Mientras esto ocurre en el escenario público y no se le presta atención a la desfinanciación profunda y advertida del sistema, el gobierno nacional expide el decreto 719/2024 relacionado con la movilidad y la afiliación de las personas que se encuentran en EPS con medidas administrativas especiales tales como la revocatoria de su funcionamiento, la intervención forzosa y el retiro o la liquidación voluntaria. Modifica al decreto 780/2016, en el cual se compilaron las condiciones sobre esas materias. En el momento por el cual atraviesa el sistema hoy, los cambios pueden traer consecuencias que afecten la cobertura y la sostenibilidad del sistema.

El decreto 780/2016 señalaba que a una EPS intervenida se le prohibía expresamente recibir nuevos afiliados o traslados. Es obvio; si financieramente está alcanzada con la población que tiene, ¿qué va a pasar con nuevos afiliados que muchas veces llegan muy enfermos y sin suficientes atenciones?

Sin embargo, el primer artículo de este decreto 719/2024 abre la puerta a las excepciones, que se definen en el artículo tercero del mismo, de tal manera que podrán recibir afiliados y traslados las EPS que no tengan vigilancia especial por parte de la superintendencia, aunque no cumplan los indicadores de capital mínimo y patrimonio adecuado. Y va más allá, porque aun estando con vigilancia especial, se le podrán asignar usuarios en el caso que no haya sido limitada su capacidad para realizar nuevas afiliaciones y aceptar traslados.

Contradictorio que con las mismas causales que llevan a la intervención de varias EPS, y eventualmente a su liquidación; a alguna de ellas, escogida sin evidencia técnica, se le permita continuar operando y además recibir afiliados y traslados.

¿Esta es la vía para transferirle a la intervenida Nueva EPS afiliados de EPS que se vayan a liquidar? ¿Será entonces ésta la ruta para volver al antiguo ISS, ahora con cinco, seis o más veces el tamaño de la población que tuvo?

Además, por beneficiar a los hospitales públicos, modifica la movilidad entre los regímenes contributivo y subsidiado que existía con el cambio hecho por el anterior gobierno al decreto 780/2016, el cual era transparente para cotizantes y beneficiarios cuando perdían su empleo, la persona no debía hacer ninguna gestión y permitió ampliar la cobertura del seguro para cerca de un millón de ciudadanos del régimen subsidiado.  

Así parece que nos quieren llevar; como la canción: “pasito a pasito, suave, suavecito”; camino a destruir funcionalmente el aseguramiento en salud conforme ha operado durante los últimos 30 años, para conducir el sistema a la regresividad de los logros alcanzados durante ese tiempo en el goce efectivo del derecho a la salud para los colombianos.