Editorial: ¿Así nos toca? ¡No!
Augusto Galán Sarmiento MD. MPA
Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud
El jefe la espera desde las 8 de la mañana en la oficina; necesita encargarle una tarea urgente. Le dice a su secretaria que, por favor, pase a su oficina tan pronto llegue. Sofía*, la funcionaria, una joven de 30 años, ingresa al fin dos horas más tarde. Al verla, a su jefe le llama la atención la actitud taciturna y las grandes gafas oscuras que ocultan sus ojos.
Ante la sospecha que de inmediato tiene, su jefe le pide que se retire las gafas. La evidencia del acto violento en uno de sus ojos y la actitud apesadumbrada de la funcionaria le conducen a decirle:
“Denúncielo y sepárese; cuente con el respaldo de todos”.
La respuesta de la funcionaria fue simplemente “No sé cómo hacerlo”.
Hablaron durante un largo rato, tiempo en el cual el jefe le insistió sobre la denuncia y el apoyo de la empresa en la decisión. Sofía salió de la oficina convencida de denunciar a su esposo.
Al día siguiente cuando llegó al trabajo la primera pregunta de su jefe fue sobre la denuncia. La funcionaria bajó sus ojos y tímidamente le contestó
“No lo hice”.
“¿Por qué?”
“Cuando regresé a mi casa hablé con mi mamá y me dijo: hija, eso es así. Así nos toca. Tiene que acostumbrase. No lo vaya a denunciar que eso es peor. Por eso no lo hice”
Con dolor, tristeza e indignación su jefe no insistió más.
Este hecho doloroso sucedió hace 20 años y demuestra que el machismo ha estado muy entronizado en nuestra sociedad y nuestra cultura desde hace mucho tiempo. Hoy, podemos decir que hay cambios, pero no los suficientes. Los medios de comunicación nos presentan diariamente los casos de pedofilia, violación y feminicidio. No sólo en nuestro país, también en el mundo. Los hechos indican que existe un comportamiento cultural misógino y machista más arraigado de lo que creemos.
Los datos no mienten. En Colombia hubo 4.226 partos de niñas menores de 14 años en el año 2022 y el reporte preliminar de 2023 va en 3.832. La cifra muestra un descenso con respecto a los 6.315 que hubo en el año 2010, pero todavía presenta un parto cada 30 minutos en ese grupo etario.
Además, en 2024, de enero a septiembre, Forensis reporta de forma preliminar 434 homicidios en niños menores de 18 años con un promedio de 48 casos cada mes. En tanto que, para 2023, se presentaron 604 muertes en ese mismo grupo poblacional de enero a diciembre, con un promedio mensual de 50 casos. Estas cifras muestran una disminución, pero siempre serán excesivas hasta que logremos el cero.
En cuanto a los feminicidios, en el periodo de enero a septiembre de 2024, y de forma preliminar, Forensis reporta 80 casos catalogados como feminicidio, 72 de mujeres mayores de 18 años y 8 de menores de esa edad. En 2023, de manera también preliminar, la misma fuente reporta 68 y 2 casos en esos respectivos grupos poblacionales. ¿Vienen creciendo? ¿Se reportan y se denuncian más?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud una de cada tres mujeres y niñas de 15 a 49 años informan violencia de pareja, física y/o sexual; o violencia sexual por cualquier agresor en algún momento de su vida. Veinticinco por ciento de las mujeres y niñas en las Américas han reportado violencia de pareja, física y/o sexual en algún momento de su vida. Doce por ciento de mujeres y niñas mayores de 15 años en las Américas han reportado violencia sexual por parte de una persona fuera de la pareja.
Estas cifras muestran que lo que tenemos al frente no son actos aislados de personas con trastornos psiquiátricos, como algunos pueden pensar. Es un problema cultural y social, posiblemente de círculos viciosos de violencia, bajo nivel de instrucción y baja autoestima. Los hombres que actúan así creen que pueden disponer de las mujeres a su antojo. Lo hacen con la convicción de que no les va a pasar nada y que esos hechos quedarán impunes, como ocurre en la inmensa mayoría de los casos. Esto último se refuerza socialmente cuando el ocultamiento, el temor y la promoción a altos cargos son la respuesta que reciben dirigentes y personajes de la vida pública denunciados por hechos de violencia y abuso a sus compañeras o parejas.
La violencia contra la mujer, la pedofilia, la violencia intrafamiliar, son retos sociales que tenemos y que, insistimos, deben ser tratados de manera intersectorial. Hay avances. La reciente aprobación de la ley que prohíbe el matrimonio infantil es uno de los que apunta en la dirección correcta; pero faltan más. Educación, salud, integración social, secretarías de la mujer, fiscalía, policía, jueces, las familias; todos debemos trabajar coordinados con el propósito de erradicar la violencia de nuestra sociedad y las tipificadas contra las mujeres, de manera prioritaria.
*Sofia. Nombre cambiado por seguridad