¿Candidatos, y la salud qué?

Junio 9 de 2022

Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud

Definidos los dos candidatos para esta recta final de la elección presidencial, realizamos una evaluación de sus propuestas en materia de salud, contenidas en sus programas de campaña.

En general los dos planteamientos abundan en intenciones y enunciados más que en definiciones claras sobre la forma como se ejecutarían. Mayor detalle en los de Gustavo Petro que en los de Rodolfo Hernández, aunque ninguno desarrolla asuntos de financiamiento del sector ni tampoco detallan sobre cuestiones clave como la descentralización y salud pública o sobre la experiencia de la pandemia.

Encontramos coincidencias en aspectos como la eliminación de la fragmentación para la atención en salud de los pacientes; la dignificación del ejercicio profesional y las condiciones laborales del talento humano; la pertinencia de recuperar la atención esencial en el nivel de baja complejidad; la necesidad de excluir cualquier diferencia que subsista entre la población afiliada en los regímenes contributivo y subsidiado; la igualdad de la calidad en la prestación de los servicios; la lucha contra la corrupción para erradicarla del sistema; el desarrollo de innovación, ciencia y tecnología en el sector; la inversión en infraestructura física y digital, y la superación de las brechas de inequidad que subsisten en las regiones rurales.

Las diferencias no son ajenas porque, aunque en ambos planes de gobierno se plantea tener un modelo de salud preventiva, no son claros en cuanto a los abordajes para hacerlo, que pareciesen diferentes por los antecedentes en sus respectivas gestiones en las alcaldías de Bogotá y Bucaramanga y que en el caso de los Territorios Saludables de Petro produjo muchas dudas y controversias.

La propuesta de Hernández, a la par que habla de medicina familiar y preventiva, señala que es esencial la responsabilidad de la persona con su salud. La de Petro se orienta con mayor énfasis al reconocimiento del derecho a la salud sin mencionar el compromiso de los individuos.

El plan de Hernández propone la eliminación de los regímenes existentes, mientras que el de Petro presenta la creación de un sistema público y universal, que para muchos ya existe. Este último, además, plantea implícitamente la eliminación de las EPS. No es claro si Hernández lo comparte, aunque su fórmula a la vicepresidencia ha descartado esta opción en declaraciones públicas. Sin embargo, cuando plantea políticas para la contratación del personal médico, contempla eliminar la participación de las EPS, de las cooperativas y cajas de compensación porque señala que han precarizado el empleo que genera el sector.

En el programa de Hernández se bosqueja el diseño de un modelo de control de precios a partir de un sistema de análisis de precios unitarios aplicable a los procesos de prestación de servicios de salud, de manera que los costos no se salgan de un rango de utilidad aceptable con reglas de juego determinadas. No es clara la viabilidad de este planteamiento, si existe la información para hacerlo, y si se refiere a precios o a costos unitarios.

En relación con el talento humano en salud las dos propuestas se centran en mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. A pesar de ello, no abordan la pertinencia de la formación en relación con las necesidades que tiene el sistema de salud, en especial en atención primaria. El plan de Hernández parece responder a la concentración del personal en cinco grandes capitales cuando plantea garantizar que el recurso humano en salud sea el necesario y suficiente y propone acabar con la dificultad en el acceso a las especializaciones médicas, junto a la creación de un modelo de medicina familiar; pero esto no es claro.

Hay propuestas explicitas que tiene una campaña y la otra no. Por ejemplo, la de Petro menciona las redes de atención integradas e integrales, la interculturalidad, la salud de las mujeres y en el trabajo. Por su parte la de Hernández propone profundizar la política nacional del control de precios a la industria farmacéutica, construyendo una base de datos sobre el valor real de los medicamentos con referencia a los indicadores internacionales, con un avance que incentive la producción nacional por parte de los laboratorios.

En resumen, nos quedan ideas de lo que quieren hacer, aunque falta por aclarar la forma como procederían. Es natural, están en campaña política. Se esclarecerán los temas un poco más con el presidente electo y no se puede descartar que se estimule un proyecto de ley que cambie muchos aspectos del sistema; ojalá que se concerté con un diálogo amplio e incluyente.