El cuidado al final de la vida

Mayo 6 de 2022

Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud

“Informe de la Comisión Lancet sobre el valor de la muerte: devolviendo la muerte a la vida”.

Bajo este título fue publicado en enero pasado en la revista The Lancet, el documento investigado y escrito por un amplio grupo multidisciplinario de conocedores y expertos de varios continentes, procedentes de países con ingresos altos, medios y bajos, que congregó diferentes creencias, culturas y visiones.

El documento envía varios mensajes centrales. El primero señala que morir en el siglo XXI es una historia de paradojas, ya que muchas personas acceden a tratamientos excesivos de alta tecnología en los hospitales, mientras que muchas más permanecen sin tratamiento y mueren de condiciones que son prevenibles, y sin recibir al menos medicamentos básicos, como los analgésicos.

De otra parte, el escrito señala que la muerte, el proceso de morir y el duelo, mantienen un esquema desequilibrado, en el cual la atención médica es ahora el contexto en el que muchos encuentran la muerte y los parientes y las comunidades han sido marginados, de tal forma que la familiaridad y la confianza han disminuido para esos momentos y procesos. Las relaciones interpersonales y las redes están siendo sustituidas por profesionales y protocolos. Además, los más desfavorecidos son los que más sufren desequilibrio en el cuidado de los que mueren o se encuentran en duelo.

Otro aspecto señalado por el documento manifiesta que el cambio climático, la pandemia de COVID-19 y nuestro deseo de derrotar a la muerte, tienen su origen en la ilusión de los seres humanos de encontrarnos en control de la naturaleza y no hay comprensión que somos simplemente parte de ella.

Indican los expertos que reequilibrar la muerte dependerá de los cambios que sucedan en las sociedades sobre los sistemas que imperan para morir, en los cuales se encuentran factores sociales interrelacionados, que son culturales, económicos, religiosos y políticos; los cuales determinan la manera como la muerte, el morir y el duelo son entendidos, experimentados y manejados.

El informe recoge y registra que el desafío de transformar la manera en que las personas mueren y elaboran sus duelos hoy, ha sido reconocido y respondido por muchas personas alrededor del mundo. De esta forma, varios hechos han sucedido: cada día más las comunidades reclaman la muerte, el morir y el duelo como preocupaciones sociales crecientes; se están transformando las políticas restrictivas sobre la disponibilidad de opioides; y los profesionales están trabajando la atención de la salud al final de la vida en asocio con la gente y las familias. A pesar de ello manifiestan los expertos que se necesita hacer mucho más.

The Lancet plantea cinco principios que se deben trabajar para el cambio que considera indispensable: i- Abordar los determinantes sociales de la muerte, de morir, y del duelo; ii- Comprender que morir es un proceso relacional y espiritual en lugar de simplemente un evento fisiológico; iii- Organizar y liderar mejor las redes de atención de la gente que muere, que requiere cuidado y se encuentra en duelo; iv-Tornar habitual las conversaciones y las historias sobre la muerte cotidiana, el morir y el duelo; y v- Reconocer que la muerte tiene valor para las familias y las comunidades.

En el año 2019 fallecieron en Colombia alrededor de 280 mil personas, lo que representó un 5,6 por ciento de incremento con respecto al año anterior. El promedio anual de aumento en las muertes fue de 5 por ciento en los 10 años previos.

La pandemia produjo un exceso de mortalidad con respecto a los años anteriores y se reportaron 140 mil personas que fallecieron por Covid-19 en los dos años de epidemia: el 2,25 por ciento del total de muertes informadas en el mundo por esta condición; y debemos tener presente que nuestro país tiene el 0,65 por ciento de los habitantes del planeta. ¿Por qué ocurrió esto?

Más allá de estas estadísticas y en el marco del Informe de The Lancet, también nos preguntamos: ¿Tenemos claro la manera en que morimos y manejamos el duelo en Colombia? ¿Es adecuada?  ¿Cómo respondemos en el país a esos cinco principios planteados por los expertos para generar el cambio que seguramente se requerirá?

Como lo señala el informe, para lograr la ambición de reequilibrar la muerte, el proceso de morir y el duelo, es necesario hacer modificaciones radicales en nuestras sociedades. Asumir este desafío sin duda es una responsabilidad de todos, incluidos las entidades y el gobierno.