Tasa de Suicidio-Georeferenciado
Indicador - Gráfica
La Tasa de Mortalidad por Suicidio y Lesiones auto infligidas es el número total de defunciones estimadas por suicidio y lesiones auto infligidas en una población total o de determinado sexo y/o edad dividido por el total de esa población, expresada por 100.000 habitantes.
Ficha Técnica
Mortalidad por Suicidio-Forensis (INMLCF)
Definición | La Mortalidad por Suicidio y Lesiones Autoinflingidas (MSuic) es el número total de defunciones estimadas por suicidio y lesiones autoinflingidas en una población total o de determinado sexo y/o edad dividido por el total de esa población, expresada por 100.000 habitantes. |
Metodología de Cálculo | MSuic=(No.total de defunciones estimadas por suicidio y lesiones autoinflingidas en una población / No. total de población ) x 100.000 |
Fuente del Numerador |
FORENSIS -Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses Nota: hasta el año 2020 se tomaron los informes de Forensis. A partir del 2021 se toman en cuenta cifras de lesiones de causa externa del Observatorio de violencia |
Fuente del Denominador | Retroproyecciones de población departamental para el periodo 2005-2017 y Proyecciones de población departamental para el periodo 2018 -2050 con base en el Censo Nacional de Población y Vivienda - CNPV- 2018. A partir del año 2020 se toma la serie departamental de población por área, sexo y edad para el periodo 2020-2050 según actualización POST COVID-19 |
Unidad de medida | No. de muertes por 100.000 |
Línea de base (Valor/Año) | 5,22 (1998) |
Responsable del cálculo | Así Vamos en Salud |
Nivel de desagregación |
*Nacional *Departamental (2005 a 2024p) |
Serie disponible | 1998 a 2024p |
Periodicidad | Anual |
Mortalidad por Suicidio-EEVV (DANE)
Definición | La Mortalidad por Suicidio y Lesiones Autoinflingidas (MSuic) es el número total de defunciones estimadas por suicidio y lesiones autoinflingidas en una población total o de determinado sexo y/o edad dividido por el total de esa población, expresada por 100.000 habitantes. |
Metodología de Cálculo | MSuic=(No.total de defunciones estimadas por suicidio y lesiones autoinflingidas en una población / No. total de población ) x 100.000 |
Fuente del Numerador | Estadísticas vitales DANE- Defunciones no fetales - Cuadro 5 de defunciones por grupo de edad y sexo, según departamento, municipio de residencia y grupos de causa de defunción |
Fuente del Denominador | Retroproyecciones de población departamental para el periodo 2005-2017 y Proyecciones de población departamental para el periodo 2018 -2050 con base en el Censo Nacional de Población y Vivienda - CNPV- 2018. A partir del año 2020 se toma la serie departamental de población por área, sexo y edad para el periodo 2020-2050 según actualización POST COVID-19 |
Unidad de medida | No. de muertes por 100.000 |
Línea de base (Valor/Año) | 5,40 (1998) |
Responsable del cálculo | Así Vamos en Salud |
Nivel de desagregación |
*Nacional *Departamental (2005 a 2024p) |
Serie disponible | 1998 a 2024p |
Periodicidad | Anual |
Análisis
¿Qué dicen estos datos?
La salud mental se ha visto ampliamente afectada tras la pandemia por COVID-19, esto debido a que se exacerbaron varios problemas de salud mental, entre ellos el suicidio, el cual es considerado como un problema de salud pública el cual merece toda la atención de las autoridades sanitarias, pero aún no ha tomado relevancia además de estar rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Cada caso de suicidio es un problema que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades, y cada uno de ellos está influenciado por factores económicos, sociales, familiares y culturales.
La conducta suicida es un resultado no deseado en salud mental, no considerada como un diagnóstico en sí mismo. Tiene origen multifactorial y se ha definido como “una secuencia de eventos denominado proceso suicida que se da de manera progresiva, en muchos casos e inicia con pensamientos e ideas que se siguen de planes suicidas y culminan en uno o múltiples intentos con aumento progresivo de la letalidad sin llegar a la muerte, hasta el suicidio consumado”. Su espectro incluye la ideación suicida, el plan suicida, el intento de suicidio y el suicidio (1).
De acuerdo con el último Informe de la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (2) la tasa de mortalidad por suicidio en las Américas ha ido aumentando, mientras que en las demás regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ido disminuyendo, lo cual evidencia la necesidad de hacer de la prevención una prioridad de salud pública. Entre el 2000 y el 2019, la tasa regional de suicidios ajustada por edad aumentó en un 17% (de 7,3 a 9,0 por 100.000 habitantes). Sin embargo, es importante mencionar que las estimaciones de las tasas de mortalidad por este fenómeno varían de forma considerable entre los países, desde 2 muertes por 100.000 habitantes en algunas naciones hasta más de 80 muertes por 100.000 habitantes. Aproximadamente el 77% de todos los suicidios ocurren en países de ingresos bajos y medianos (2).
Respecto a grupos etarios, esta problemática ocurre en gran medida en la población joven de ambos sexos. En el 2019 el suicidio fue la tercera causa de muerte en los jóvenes de 15 a 29 años y la cuarta causa de muerte en hombres de ese grupo de edad. Por otro lado, el 58% de casos de suicidios ocurren antes de los 50 años y las tasas se duplican en las personas mayores de 70 años en comparación con las personas que se encuentran en etapa laboral (2).
Al observar el comportamiento a nivel nacional, la tendencia del número de suicidios ha venido aumentando, esto se puede observar al revisar los datos de los últimos 10 años. En relación con el año 2020 y 2022, hubo 368 fallecidos más que representan una variación porcentual del 13,39% de acuerdo a las cifras emitidas por el DANE (3).
De acuerdo con los datos del Observatorio de Violencia del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para el año 2022 las víctimas por suicidio fueron (2.254) hombres y (598) mujeres. Según la distribución por grupos de edad el mayor número de suicidios se registró entre los 20 a 24 años para ambos sexos. Respecto al nivel de escolaridad se tiene conocimiento del 89,84% de los casos, situándose el mayor número de fallecidos en un nivel de escolaridad de educación media o secundaria alta con 2960 casos, seguido de la educación básica primaria con 2.220 casos (4).
A nivel departamental para el año 2023 (datos preliminares) Vaupés fue el departamento con mayor incidencia con una tasa de 32,07 muertes por cada 100.000 habitantes, seguido de Caldas con una tasa de 6,44 y Guaviare con una tasa de 6,15, mientras que los departamentos que registraron las tasas más bajas fueron San Andrés y Providencia y Arauca con una tasa de (1,61), Vichada (2,48) y Magdalena y La Guajira con tasas de (2,07) y (2,31) respectivamente (3).
El suicidio como fenómeno multifactorial y complejo, requiere de la intervención integral para su prevención primaria y abordaje de las problemáticas que los rodean, no solamente desde el abordaje en salud mental, sino en el marco de acciones en educación, protección, justicia social, oportunidad laboral, recreación organizada, y todas las demás políticas y ámbitos que propendan por el mejoramiento de las condiciones de vida. Además se deben promover estilos saludables entre la población desde las más tempranas etapas de la vida, ya que es preocupante el aumento de este fenómeno en edades cada vez más tempranas, sumado a que los problemas de salud mental representan una gran parte de la carga de enfermedades entre los jóvenes (5) (6).
El reconocimiento temprano de desajustes emocionales y la prestación de ayuda psicológica a cargo de personal especializado pueden mitigar los efectos de los problemas mentales. Se pueden formar a trabajadores de atención primaria en salud para que utilicen entrevistas estructuradas con las que poder detectar los problemas en una primera fase y así poder ofrecer tratamiento y asistencia oportuna. Los programas psicopedagógicos en las escuelas, el asesoramiento de apoyo, terapias cognoscitivas y del comportamiento con participación de la familia, son sistemas eficaces a la hora de mejorar la salud mental en adolescentes como forma de prevenir desenlaces fatales como el suicidio (5).
Actualmente en Colombia existen algunas acciones y políticas públicas enfocadas en responder ante esta problemática de salud pública, entre ellas, la Política Nacional de Salud Mental que tiene como propósito promover la salud mental como un elemento fundamental de la garantía del derecho a la salud de toda la población, tanto a nivel individual como colectivo. Además, busca propiciar el desarrollo integral y reducir el riesgo de suicidio, trastornos mentales, el suicidio violencias interpersonales y la epilepsia (7).
Bibliografía
(1) Ministerio de Salud y Protección Social. (2018). Política Nacional de Salud Mental. Recuperado de: https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/politica-nacional-salud-mental.pdf
(2) Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud. (2023). Informe mundial sobre la salud mental: Transformar la salud mental para todos. https://www.who.int/es/publications/i/item/9789240050860
(3) DANE. (2023). Estadísticas por tema - Demografía y población. https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/demografia-y-poblacion
(4) Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. (2021). https://www.medicinalegal.gov.co/cifras-estadisticas/forensis
(5) Macana, N. (2011). Comportamiento del suicidio en Colombia, 2011. Bogotá: Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
(6) Unicef. (2011). Estado Mundial de la Infancia. La adolescencia: una época de oportunidades.
(7) Ministerio de Salud y Protección Social. (2018). Política Nacional de Salud Mental. https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/politica-nacional-salud-mental.pdf